
Sus paisajes montañosos y su gente cálida hacen de este territorio un lugar lleno de tradición y aprendizaje. Sin embargo, debido a su geografía rural y la dispersión de sus veredas, el acceso a recursos educativos innovadores representa un reto. Es aquí donde la educación cobra un papel fundamental como motor de transformación, permitiendo que niños, niñas y jóvenes vivan experiencias de aprendizaje significativas que fortalezcan su desarrollo y proyección de futuro.
Nuestra visita a la I.E. Escuela Normal Superior de Abejorral, su sede principal, y a las sedes rurales Zoila García de Gómez en la vereda Quebrada Negra y Clodomiro Ramírez en la vereda El Buey, nos permitió ser testigos de la magia de la lectoescritura. Ver a los estudiantes de 4° y 5° sumergirse en cuentos y fábulas, y comenzar a desarrollar las guías que les permitirán dar vida a sus propias historias, es simplemente inspirador. Sus ojos brillan con la anticipación de expresar su creatividad y fortalecer su voz a través de este proceso. El objetivo final es que los estudiantes exploren su creatividad, fortalezcan su pensamiento crítico y se expresen de forma auténtica a través de la creación de sus propias narrativas.
Y en los grados 8° y 9°, la acuaponía ha despertado una chispa de curiosidad y entusiasmo. Aunque el proyecto está en sus primeras etapas, la emoción es palpable. Los estudiantes están explorando con gran interés la relación entre energías renovables y producción de alimentos, y se vislumbra el potencial para transformar su entorno. Verlos dar sus primeros pasos en este camino de descubrimiento nos llena de esperanza.
La calidez con la que las comunidades nos reciben nos llena de esperanza. Sabemos que la educación, cuando se vive con pasión, tiene el poder de cambiar vidas. Cada sonrisa, cada proyecto, cada historia compartida, nos recuerda que estamos construyendo un futuro lleno de oportunidades.
Sigamos soñando juntos, creando caminos de conocimiento y transformando realidades.»






